El 16 de noviembre de 2022, varias celebridades volaron a una fiesta organizada por Marta Ortega, hija del multimillonario español de Zara, Amancio Ortega.
Mientras millones de personas luchan con las facturas de la luz y sienten los efectos devastadores de la crisis climática, sorprende semejante derroche de recursos por parte de algunas de las personas más ricas de Europa. Hemos echado un vistazo a los datos disponibles para entender mejor el precio ecológico de una fiesta casual de ricos un miércoles cualquiera.
Descubrimos que las emisiones causadas por esos vuelos privados ascienden al menos a 145 toneladas de CO₂. Esto equivale a las emisiones anuales del transporte de 72 ciudadanos y ciudadanas de España.
Los aviones privados que volaron a la fiesta
Son muchos los jets privados que vuelan a diario a Galicia. Encontramos al menos cuatro de ellos pueden ser rastreados hasta la fiesta a partir de la persona que los posee, sus pasajeros o sus horarios de llegada y salida.
El día de la fiesta, uno de los jets privados de la familia Ortega hizo un viaje de ida y vuelta desde el aeropuerto de Santiago de Compostela, donde estuvo estacionado durante días, hasta Madrid. Permaneció en Madrid menos de una hora antes de volver directamente a Santiago.
Irina Shayk, Karen Elson, Karlie Kloss y Christy Turlington son cuatro supermodelos que cruzaron el océano Atlántico para asistir a la fiesta. Regresaron a Nueva York al día siguiente. Karen Elson publicó una historia en Instagram con las otras modelos a bordo de un jet privado.
Alguien encargó también dos aviones privados a Amelia Pro, una empresa que presta servicios de alquiler de aviones a gente rica. Los dos aviones llegaron a Santiago el día 16 y se marcharon el 17 de noviembre, ambos a la vez. Uno de los jets de Amelia Pro voló directamente desde París, el otro salió de Francia, hizo una parada en Londres y se fue a Santiago.
Celebridades internacionales como Amber Valletta, Natalia Vodianova, Naomi Campbell y Marisa Berenson también asistieron a la fiesta. Quizá alguna de ellas viajó en uno de esos jets alquilados, sobre todo las que se sabe que vuelan con frecuencia en jets privados con base en París o Londres. Sin embargo, para rastrear las emisiones nos fijamos en los jets, no en qué individuo iba en ellos. ¡Y los resultados son sorprendentes!
Los vuelos privados que relacionamos con la fiesta emitieron 145,7 toneladas de CO₂ a la atmósfera. En comparación, un ciudadano español medio provoca 2 toneladas de CO₂ por todos los transportes utilizados en un año. En realidad, ¡estos vuelos privados causan más emisiones de CO₂ que un ciudadano medio de la India en toda su vida!
Existen alternativas de transporte razonables y menos contaminantes. Las utilizan a diario la ciudadanía "normal" que sienten la crisis del coste de la vida, o que no quieren contribuir al colapso ambiental.
Por ejemplo, el viaje del jet de la familia Ortega (Santiago - Madrid) podría haberse hecho en 3 horas en tren directo. Y si querían más privacidad, podrían haber viajado en primera clase.
Una historia de exenciones fiscales y emisiones ocultas
Una de las razones por las que los ricos optan por los jets privados es el injustificado trato de favor que les otorgan nuestros políticos.
Según un estudio reciente, tres de cada cuatro ciudadanos y ciudadanas europeas, son partidarias de gravar el combustible para aviones. A pesar de ello, el queroseno para aviones sigue sin estar gravado en la Unión Europea. Esto es una decisión política que tienen que tomar nuestros políticos.
Los gobiernos podrían trabajar juntos en el seno de la UE, o llegar a acuerdos bilaterales y multilaterales, para gravar el queroseno de la misma manera que lo hacen con el combustible para los coches o para la calefacción de los hogares. Hasta ahora, han ignorado en gran medida las peticiones de las personas defensoras del medio ambiente de empezar a gravar el combustible para aviones.
Estas 145 toneladas de CO₂ no se contabilizan ni en España ni en los objetivos de reducción de emisiones de la Unión Europea. Tampoco se tendrán en cuenta en el "Sistema de Comercio de Emisiones", un mecanismo establecido por la UE para que los que más contaminan paguen por sus emisiones, que se aplica a las aerolíneas comerciales pero -por sospechosas razones- no a los aviones privados.
En julio de 2021, la Comisión Europea propuso gravar el combustible de los aviones, pero con una exención para los aviones privados. No entendemos por qué los autoproclamados campeones del clima, como Ursula von der Leyen y Frans Timmermans, no se atreven a gravar la catástrofe ecológica que son los aviones privados.
A global movement to ground private jets
La buena noticia es que estas prácticas y privilegios están cada vez más al descubierto y la gente se está alzando contra los jets privados. Activistas y científicas están tomando medidas directas para bloquear las pistas y terminales de los aviones privados en todo el mundo. La ciudadanía ha empezado a rastrear los vuelos de los ultra ricos y a revelar sus emisiones en las redes sociales en países como Francia e Italia.
Por último, el tema ha empezado a debatirse también en el ámbito político. Una reciente ley en Francia gravará el combustible de los jets privados igual que el de los coches. En Ámsterdam, justo después de que más de 600 activistas dejaran en tierra los aviones privados en el aeropuerto de Schiphol, el ayuntamiento aprobó una resolución para gravar el queroseno y encargó un estudio sobre la posibilidad de prohibir los aviones privados. También se ha presentado una propuesta similar en el parlamento español.
Durante varias décadas, los jets privados han sido un símbolo de estatus y un lujo esencial para los ultra-ricos. Hoy en día, prohibirlos se ha convertido en una reivindicación política difícil de ignorar. Súmate a este movimiento y ¡prohibamos los jets privados que fríen el clima!